El jueves 12 a las 18 h. Semino, participará del conversatorio organizado por los 16 años del Programa Universitario de Adultos Mayores, que será transmitido por youtube https://youtu.be/wjxSVVJylFk
Este lunes 9, el defensor de los derechos del adulto mayor, Dr. Eugenio Semino, dialogó con los periodistas, Marcelo Sedrón y Gustavo Calderón, conductores de “El País de Todos”, el programa radial que se emite por Radio Universidad 93.1 de Comodoro Rivadavia.
El defensor de los derechos del adulto mayor se refieió al costo de la canasta básica alimentaria para jubilados a nivel nacional destacó que 5 millones de jubilados perciben un haber mínimo,
equivalente a un tercio de la canasta básica. "La vida es dura y sacrificada para todos los sectores etáreos pero, en particular para los Adultos Mayores de Patagonia. De los 7 millones 200 mil jubilados y pensionados a nivel nacional, tenemos 5 millones que percibe un haber mínimo equivalente a un tercio de esa canasta de necesidades básicas, es decir 32 mil pesos. Vale aclararlo porque, en estos meses de abril y mayo, están percibiendo un bono por única vez, hasta dos mínimas, de 12 mil pesos. Obviamente, en junio el haber vuelve a los valores de marzo, donde se va a practicar el re ajuste por ley de movilidad pero, sobre esa base, es decir, los bonos se extinguen".
Una práctica habitual en Argentina
Para Eugenio Semino, esta situación no es una novedad. Sostuvo que ésta ha sido una práctica habitual en la Argentina, a través de las diversas administraciones que buscan cubrir con un bono la canasta básica; cuando es realmente muy notorio el desfasaje del haber, con la realidad cotidiana, o en períodos preelectorales. “Lo que vemos, -dijo- es un sistema político en sus diversas expresiones que ha ignorado, dilatado o silenciado el debate sobre el problema estructural que tiene la previsión social en la Argentina”, apuntó.
Señaló que es un sistema previsional que se está rigiendo por leyes del año 1993: Las leyes 24.241 y 24.463 que habían sido estructurales para la privatización del sistema. “Pasamos el proceso terrible de lo que fue la gran estafa de la privatización, se re estatizó el sistema, y siguen vigentes las Leyes de (Domingo) Cavallo, ex ministro de Economía (entre 1991 y 1996 y en 2001). Nadie lo quiere nombrar ahora, pero sus leyes siguen vigentes”, sentenció.
Agregó también que, en ese contexto y en esta estructura medida, lo que vamos viendo es que a través del tiempo y de los sucesivos injertos que se van haciendo, van convirtiendo esos haberes jubilatorios prácticamente en un subsidio, ya que la gran mayoría no tiene que ver con la historia laboral de quienes los reciben y, obviamente, tampoco tiene ninguna relación con lo que aportaron quienes lo reciben.".
Dos fuentes de financiamiento: el trabajo y los impuestos
Con respecto a las fuentes de financiamiento del sistema previsional, señaló que tenemos un sistema de reparto asistido de dos fuentes: una es del trabajo y la otra es de impuestos.
De acuerdo a la última medición -ya desactualizada- hecha por el Ministerio de "Trabajo de la Nación; se desprende que el 40 por ciento del trabajo no formal, cuenta con el aporte cero. Y, con respecto a quienes trabajamos en blanco, recibimos parte de nuestro haber también, como si fuera 'Plus No Remunerativo' que, de hecho, tiene el mismo efecto que el trabajo no registrado o trabajo en negro", apuntó.
La otra fuente es de Impuestos, “fijense lo particular, hoy, el único impuesto que está poniendo plata, todo los meses, con el 11 por ciento de lo que es el ingreso, el flujo más significativo y constante es el IVA, que es el más regresivo de los impuestos, es decir, el que más afecta a los pobres, y a los pobres jubilados”.
Para el defensor estos datos se corresponden en términos de estructura, que "va desnudando la insatisfacción de aquellos que están en el sistema. Por un lado, porque tienen que trabajar hasta el día que su salud se lo permita, o, depender de un tercero; inclusive, quienes dependían de sus familias, ésto se vió resentido a partir de la merma de ingresos en los núcleos familiares producto de la pandemia; por lo cual, esa situación es aún más grave".
Detalló que las y los residentes de Patagonia, tienen particularidades, pero en general, "lo que se está exigiendo son 30 años de aportes al sistema, continuos o discontinuos; cosa que no ocurre con sectores más importantes de trabajadores, por esa informalidad a la cual me refería y que fue creciendo y, hoy, enciende todas las alarmas".
En este contexto -dice Semino- el problema central :se va “resolviendo”, a través de parches. En 2005 una moratoria, luego prorrogada; en 2014 otra moratoria, luego prorrogada; prácticamente tuvo efectos hasta ahora. Y ahora, se anuncia otra moratoria más, en el mismo sentido. Si sigue así, vamos a ir a una moratoria cada dos años".
Ahora, “el problema de esas moratorias es lo que van generando. La primera, estuvo relacionada con el llamado caso Badaro, dos millones de pesos que estaban en el sistema y quedaron en sus haberes, congelados. 500 mil trabajadores tuvieron que hacer juicio y, lo ganaron después de muchos años. Otros 500 mil, muchos años después pero, con la reparación histórica tuvieron una quita del 60 o 70 por ciento del reclamo. Un millón falleció en la espera. Esto es insostenible como estructura de un modelo previsional”, concluyó parte de la charla mantenida con la radio de la UNPSJB.