La carrera de Ciencias de la Educación se inicia en Comodoro Rivadavia en el año 1975 en la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco como Licenciatura en Ciencias de la Educación en forma previa a la fusión de esta Universidad y la Universidad Nacional de la Patagonia en febrero del año 1980. Ya integrada como carrera en la UNPSJB se efectuaron diversas modificaciones del Plan de estudios y, actualmente, se mantiene la titulación conjunta de Profesorado y Licenciatura. La carrera de Ciencias de la Educación en nuestra Universidad fue consolidándose desde su creación a la actualidad no solo desde la formación de profesionales sino también, desde el desarrollo de investigaciones, la producción de nuevos conocimientos y de actividades de extensión que han permitido generar vinculaciones con el contexto social y con diversas instituciones sociales y del sistema educativo.
Es relevante situar que desde 2015, aparte de continuar desarrollándose la carrera en Comodoro Rivadavia, se concretó su apertura en la sede Esquel en la que ya se la cuenta como carrera permanente.
Sobre el campo profesional: El campo de las Ciencias de la Educación se fue construyendo con el objetivo de convertir a la educación en un objeto de estudio científico. Esta es una preocupación del campo a nivel nacional en sus primeros tiempos -años 1960 y 1970- y que se consolida en las décadas de 1980 y 1990 desde la perspectiva de los analistas simbólicos y los expertos en la función pública de educación.
Los y las Profesores/as y Licenciados/as en Ciencias de la Educación pueden desempeñarse en instituciones educativas, organizaciones sociales estatales y privadas, organismos de planeamiento educacional, en instituciones de investigación educativa oficiales o privadas, en instituciones de asesoramiento pedagógico, de capacitación docente, de apoyo a estudiantes, etc.
El campo profesional de la carrera es amplio y, en la actualidad, la mayoría de nuestros egresados se encuentran desarrollando tareas de docencia en los ámbitos formal (niveles Secundario y Superior) y no formal como también desarrollando propuestas educativas presenciales y virtuales. El desarrollo de la docencia en el sistema educativo formal se amplía cada vez más, debido a que el objetivo de asegurar la educación como derecho esencial trae aparejado un aumento de la matrícula en todos los niveles, incluso el superior. Ese aumento implica no sólo en pensar y desarrollar estrategias y recursos para el sostenimiento de la misma, sino que fundamentalmente, nos propone el desafío de sostener la trayectoria de miles de sujetos de la educación en los distintos niveles en los que nos desempeñamos.
Asimismo, en estos distintos niveles educativos de los establecimientos públicos y privados hay profesionales que desarrollan tareas de asesoramiento pedagógico y gestión institucional, siendo piezas fundamentales en los engranajes institucionales, estableciéndose como mediadores de la práctica educativa.
Por otra parte, la educación formal viene teniendo un desarrollo cada vez más amplio, vía programas estatales y acciones de las organizaciones sociales. Esta dimensión del campo profesional viene teniendo un lugar cada vez más protagónico en la agenda educativa en pos de contribuir a la construcción de una sociedad más igualitaria y comprometida con la diversidad como valor humano.
En cuanto a la actividad privada fuera de las instituciones educativas hay un potencial en capacitación laboral debido a que, en la actualidad, en la región y el mundo las empresas deben efectuar acciones en esta materia. Planificar situacionalmente procesos educativos a corto, mediano y largo plazo en entornos laborales complejos, se convirtieron en un requisito de estos tiempos y, por ende, el/la Profesor/a y Licenciado/a en Ciencias de la Educación en aquello/as que pueden cumplimentar esa función satisfactoriamente.
Sobre la formación:
Las Ciencias de la Educación desde su especificidad abordan la práctica educativa no sólo en su realidad (ámbitos, procesos, problemáticas) sino también desde la posibilidad de construcción de propuestas alternativas. Pensar en lo educativo y, particularmente, lo escolar en las condiciones del contexto actual requiere de implementar nuevas estrategias de enseñanza mediadas por las tecnologías, el diseño de nuevos dispositivos de formación y acompañamiento. La presencialidad y virtualidad se solapan y es un gran desafío para los educadores hoy, más allá del ámbito, nivel de desempeño o características de la práctica profesional, sostener espacios de encuentro y de interacción con los distintos actores involucrados en los procesos educativos.
Por ello desde la carrera se promueve la formación de profesionales capaces de comprender la realidad educativa, en su naturaleza dialéctica, compleja y situada históricamente, para explicarla y transformarla a partir de:
1) un compromiso ético-político en su práctica profesional, docente e investigativa.
2) una actitud crítica y reflexiva frente a la revisión y construcción del conocimiento pedagógico.
3) una sólida formación teórica-práctica en el campo del conocimiento de las Ciencias de la Educación y en el quehacer investigativo referido al mismo, que les permita producir conocimientos con idoneidad y rigurosidad científica.
4) una actitud abierta y cooperativa hacia el trabajo interdisciplinario tanto en la construcción del conocimiento pedagógico, como en el quehacer profesional.