Policonsumo es un término cada vez más usado, que tiene dos acepciones, una relacionada con el consumo de medicamentos y otra con drogas de abuso.
En la acepción farmacéutica, policonsumo hace referencia a la ingesta de dos o más fármacos diariamente, durante un lapso variable de tiempo. Esta conducta en particular es perjudicial principalmente cuando se decide ingerir o aplicar medicamentos de venta libre (tales como omeprazol, loratadina, clotrimazol, econazol, entre otros), en forma concomitante con medicaciones prescriptas para prevención de embarazos o para el tratamiento de enfermedades crónicas como por ejemplo hipertensión arterial, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, diabetes entre otras. El peligro no es conocido por la población en general ya que existe la creencia de que todos los medicamentos de venta libre, al no exigirse prescripción médica, son totalmente inocuos, cuando en realidad no es así. En muchos casos se presentan interacciones lo suficientemente graves como para recomendar monitoreo permanente o incluso, en algunos de ellos, prohibir el consumo simultáneo.
Por otra parte, la acepción de Policonsumo se asocia con el consumo de mezclas de dos o más drogas legales y/o ilegales tales como alcohol, anfetaminas, benzodiacepinas, marihuana, cocaína, LSD, etc. En este grupo se incluye al alcohol como sustancia de abuso frecuente que se vende libremente siendo la conducta de los consumidores en muchos casos poco responsable y peligrosa, principalmente en relación al manejo de automotores.
En particular, el taller hace especial referencia a las consecuencias del consumo de las asociaciones entre sustancias sean medicamentos o no, lícitas o ilícitas, depresoras o estimulantes, con énfasis en los mitos respecto a las conductas a seguir para enmascarar su uso o consumo.