Desde 1918, cada 15 de junio la comunidad universitaria celebra y recuerda la Reforma Universitaria. Gesta que nació en la ciudad de Córdoba y vio trascender su legado a toda nuestra América. El cogobierno estudiantil, la autonomía universitaria, la libertad de cátedra, los concursos docentes con jurados, la participación estudiantil y la investigación como función de la universidad, vínculo y compromiso con la sociedad, fueron las bases programáticas del reclamo enarbolado por los jóvenes de 1918. Estas son la esencia de las prácticas que hoy enorgullecen a la universidad pública como institución de la democracia para la construcción colectiva de conocimientos, su difusión y transferencia.Sports News | adidas
La conmemoración del 102 aniversario nos encuentra en una realidad sin precedentes, a causa de la pandemia de covid-19, que ha trastocado el funcionamiento social, político, económico y, claro está, educativo en el mundo entero. Tal situación fáctica y las medidas de aislamiento social, representaron para la comunidad universitaria la necesidad de responder a la urgencia suscitada y sortear este inesperado desafío. Particularmente, nuestra Institución ha tomado un rol proactivo de articulación con los Ministerios de Salud, Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, con los Ministerios provinciales y con los gobiernos locales de Chubut, ofreciendo las capacidades de su sistema científico, tecnológico y académico para dar respuestas a la coyuntura y mitigar los efectos de la pandemia.
En el contexto actual, urge reflexionar sobre la complejidad de los problemas y los desafíos para nuestra sociedad y nuestra Universidad, teniendo como líneas rectoras los principios de la Reforma y su reivindicación plasmada en la Declaración Final de la 3° Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe: “La Educación Superior es un bien público y social, un derecho humano y universal, y un deber de los Estados”.
De igual manera, expresa dicha Declaración: “Reivindicamos la autonomía que permite a la universidad ejercer su papel crítico y propositivo frente a la sociedad sin que existan límites impuestos por los gobiernos de turno, creencias religiosas, el mercado o intereses particulares. La defensa de la autonomía universitaria es una responsabilidad ineludible y de gran actualidad en América Latina y el Caribe y es, al mismo tiempo, una defensa del compromiso social de la universidad”. En este sentido, manifestamos nuestro rechazo a cualquier intento de avasallamiento de los derechos democráticos en las Universidades, repudiando lo ocurrido en el vecino país de Brasil, donde su Poder Ejecutivo se arroga el nombramiento de rectores y vicerrectores pro tempore, al finalizar el mandato de las autoridades vigentes; atentando, de esta manera, contra la autonomía de las casas de educación superior brasileras.
Por último, en este día de conmemoración de la Reforma Universitaria, atravesado por los desafíos que la pandemia impone, es necesario centrar la reflexión en torno a lo que señala la mencionada Declaración: “Pensar que las tecnologías y las ciencias resolverán los problemas acuciantes de la humanidad es importante pero no suficiente. El diálogo de saberes para ser universal ha de ser plural e igualitario, para posibilitar el diálogo de las culturas”. Es así que lo humano, la relación entre iguales y la construcción colectiva de saberes, siguen y seguirán siendo la naturaleza fundamental de la vida universitaria. Tomemos encarnadamente los desafíos y dolores que nos siguen aquejando para revalidar cotidianamente el legado de los jóvenes de 1918.
Rector Carlos De Marziani y Equipo de Gestión.