Al conmemorarse el 20 de Junio, el Día de la Bandera, compartimos el diálogo mantenido con Sergio Sáez, padre de cuatro hijos, Romina, Verónica, Rodrigo y Gustavo. Lleva más de 30 años como trabajador No Docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, de la Sede Comodoro Rivadavia.
Cumple cada mañana con una rutina. Toma con cuidado la Bandera Nacional que guarda en su oficina y la lleva hasta el mástil que está frente al edificio de Aulas. Mientras iza la bandera, piensa en nuestros héroes, en quienes quedaron en las Islas Malvinas y en los Ex Combatientes.un trabajador No Docente de nuestra Universidad.
La fuerza de una promesa
Sergio, no estuvo las Islas Malvinas, pero durante la guerra del ´82, prestaba servicio militar en la Compañía del Batallón Logístico 9, de Comodoro Rivadavia y brindó asistencia a la Compañía de Sanidad, recibiendo a los heridos que el 16 de junio empezaron a llegar a bordo del Queen Elizabeth. Los soldados conscriptos debían ir hasta los helicópteros, tomar a los heridos y llevarlos al interior del Hospital Regional.
Con el aplomo que sólo el paso del tiempo puede dar, Sergio, se abre al recuerdo del fin de la guerra. "Con mis jóvenes 19 años, cuando vi cómo venían nuestros héroes, el estado en que venían, con secuelas físicas evidentes y; las otras secuelas que, por ahí no estaban tanto en lo físico pero, se transmitían en la mirada". Relata Sergio, haciendo una breve pausa para continuar. "Yo me dije: El destino no quiso que yo pise el suelo de Malvinas, así que, mientras viva, voy a hacer todo lo que este a mi alcance para que nuestra Bandera Nacional, este siempre en las condiciones que tiene que estar, bien presentada y, en estado impecable porque nuestros héroes se lo merecen". Y con serena convicción agrega: "Mientras la salud me acompañe, lo voy a seguir haciendo".
Las buenas acciones se multiplican
Para cumplir con el trabajo en el sector de Mantenimiento dependiene de la Secretaría de Planeamiento, Infraestructura y Servicio de la UNPSJB, y hacerse un tiempo extra para llevar adelante su objetivo, Sergio se rodeó de incondicionales compañeros del sector, uno de ellos fue Ramón Cárdenas.
"Con Ramón Cárdenas fabricamos soportes para las banderas en la azotea y reforzamos los mástiles con material reciclado". Fue en 1997, el Rectorado de la Universidad, que funcionaba en el ex Hotel de Turismo, se trasladó al edificio de Aulas en Km 4.
"A fuerza de insistencia", comenzó a recibir el apoyo de los otros compañeros, entre ellos, Héctor Levipani, Alejandro Albá y se fueron sumando todos los compañeros reforzando y cuidando los mástiles. En diciembre de 2013, quitaron el mástil central de la azotea para renovarlo, pero "las cosas se fueron complicando y no se pudo hacer".
Al poco tiempo, Sergio tuvo la ayuda de Federico Cerezo, para terminar la restauración del mástil, antes del 2 de abril de 2017, pero, el temporal destruyó la ciudad y también la posibilidad de izar la bandera para esa fecha, algo que sí se logró para el 25 de Mayo de ese mismo año.
El tamaño de la bandera para todo el año es de 90 x 1,50 metros. En fechas patrias, enarbolamos la bandera de 5 metros en la azotea. "La idea es que el edificio luzca distinto de lo habitual", aunque requiere de mayor cuidado por el deterioro que pueden ocasionarle las fuertes ráfagas de viento.
El edificio universitario, cuenta en total con tres mástiles al frente del edificio de Aulas, otro junto al estacionamiento que da a la Biblioteca Central. Una bandera instalada en el hall, dos en el cuarto piso y tres en la azotea.
Más de 30 años como No Docente
Sergio ingresó a la Universidad en 1984, comenzó en Contabilidad, luego, pasó al sector de Compras, donde estuvo 16 años, y de ahí, al Archivo Central, hasta que encontró su lugar en el Área de Mantenimiento. "Estoy muy contento en el sector. Me permite hacer mi trabajo sin descuidar a la Bandera, que es algo que tanto quiero y me hace feliz".
Por el momento Sergio Sáez, es la única persona que diariamente se encarga de izar y de arriar la bandera nacional. Hace unos años con otros compañeros de la Facultad de Ciencias Naturales, Nora Uribe y Carmen Díaz de la Facultad de Humanidades, intentaron formar una agrupación llamada "Conciencia Patriótica", sin el éxito esperado.
Así y todo es notorio que a lo largo de los años, sea Sergio, el único en ocuparse del símbolo patrio, tal vez porque lo dieron por sentado o porque a nadie más se le ocurrió. Al respecto, opina: "No es que a nadie se le ocurrió, sino que, tiene que haber alguien que le preste atención a estas cosas porque lo que yo puedo hacer, cualquier argentino lo puede hacer".