Investigadores de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) de las sedes Comodoro Rivadavia y Esquel, integrantes del CONICET, participaron de un descubrimiento sin precedentes en Sudamérica, a partir del hallazgo de los restos óseos de un perro (Canis familiaris) con claras muestras de haber sido utilizado como animal de carga por parte de los pueblos que habitaron la Patagonia Central en el Siglo XVII.
Este can, al que los investigadores bautizaron “Huachen”, (por la conocida milonga de Hugo Giménez Agüero referida a un perro), aportó nuevos indicios con respecto a los pueblos nómadas, cazadores-recolectores y la relación que tenían con los perros en el pasado.
Se presume que la vida de Huachen y su papel en la comunidad era de cooperación y beneficio mutuo. En tiempos en donde todos los objetos cotidianos eran transportados por las personas y el uso del caballo aún no estaba extendido en Patagonia; los perros, como Huachen, ayudaban con la carga durante los viajes o en los recorridos que efectuaban los pobladores, mientras que a cambio recibían cuidado, protección y alimentación.
Trascendental hallazgo
El hallazgo se produjo en el verano de 2022, durante la campaña arqueológica realizada al sureste del lago Colhué Huapi, en la provincia de Chubut, por un equipo de diversas instituciones, en el marco de varios proyectos de investigación. En ese lugar el equipo de científicos localizó el esqueleto del animal que había quedado expuesto como consecuencia de la constante erosión y los fuertes vientos patagónicos.
Los restos óseos de Huachen, fueron objeto de múltiples estudios.
Los análisis osteológicos determinaron que era un ejemplar macho, de entre dos y tres años de edad; tamaño mediano (52 cm) y de unos 19 kg; que vivió en una comunidad de antiguos pobladores quienes solían usarlo para la carga de objetos; una práctica que repercutió en las vértebras torácicas, lumbares y en el sacro.
Conocer para valorar
Este hallazgo arqueológico resulta particularmente relevante porque no tiene precedentes en Sudamérica, aunque existen registros de este tipo en América del Norte, Europa y Asia.
Cada descubrimiento es un acercamiento a la comprensión de la compleja trama de la vida humana y animal en la tierra. Y en este caso, nos muestra cómo un perro, que habitó en la Patagonia Central en el siglo XVII, dejó su huella en la historia de la humanidad.
Integrantes del equipo científico
Esta investigación -que fue recientemente publicada en la prestigiosa revista internacional Journal of Archaeological Science: Reports- estuvo a cargo de un equipo científico integrado por los Dres. Leandro Zilio (CONICET; UNPSJB;IDEAus-CENPAT), Heidi Hammond (CONICET; UNPSJB; IDEAus-CENPAT), Santiago Peralta González (UNPSJB; IDEAus-CENPAT), María Laura Parolin (CONICET; IDEAus-CENPAT), Alejandro Montes (CONICET; CODIC; ICPA-UNTDF), Silvina Mariela Ocampo (UNPSJB) y Julián Eduardo Moreno (CONICET; UNPSJB; IDEAus-CENPAT), en el marco del proyecto “Arqueología de cazadores recolectores en el bajo de Sarmiento (Sarmiento, Chubut)” (UNPSJB - PI 1576) dirigido por el Dr. Eduardo Moreno; y de los proyectos “Procesos de cambio cultural y biológico en poblaciones Indígenas de Patagonia Central: estudio de casos” (PUE IDEAus-CENPAT, 229-201801-00012-CO), y “Evolución paleoambiental del bajo de Sarmiento desde el tardiglacial hasta la actualidad a partir del estudio de sedimentos lacustres, fluviales y eólicos” (ICPA-UNTDF, PICT 03309 ANPCyT).