La Especialización en Docencia Universitaria es una carrera de posgrado que ofrece herramientas didácticas, tecnológicas y psicosociales que les permite a los cursantes de diversas ramas disciplinares enfrentar los problemas de la práctica en un marco de sensibilidad social y comunitaria. Hoy –en el marco de la pandemia mundial- nos enfrentamos a un gran desafío social donde muchos de los estudiantes de este posgrado, están trabajando en el área de salud, desempeñando sus tareas diarias en centros públicos o privados.
Cada uno desde su rol recobra un lugar mucho más visible ya que el compromiso asumido, la voluntad de ayuda y los conocimientos alcanzados son esenciales para toda la población. El equipo de la Dirección General de Servicios Académicos ha recopilado algunos testimonios de aquellos que no están en aislamiento, sino que ponen el cuerpo con vocación para cuidar a toda la comunidad. En esta oportunidad comparten sus reflexiones Paulina y Karina, actuales cursantes de la cuarta cohorte de la especialización.
Karina Gamarra es docente responsable de la cátedra Tecnología Farmacéutica II que pertenece a la carrera de Farmacia de la Facultad de Ciencias Naturales y Ciencias de la Salud. Ella es una de los siete farmacéuticos que produjeron alrededor de 400 litros de alcohol en gel. Ella nos cuenta que en otras circunstancias críticas como el temporal que azotó a Comodoro Rivadavia en abril de 2017 o la emergencia sanitaria cuando se propagó la gripe H1N1, también se activó la producción, siempre colaborando con la comunidad y con distintas instituciones.
En estos momentos se elabora para las cuatro sedes de la UNPSJB, y para la Municipalidad de Comodoro Rivadavia y de Rada Tilly, quienes aportaron insumos, al igual que otras instituciones que se han sumado como son Prefectura, AFIP Aduana y distintas áreas de Policía del Chubut, quedando insumo para otros 400 lts.
Karina nos aporta algunas recomendaciones desde su lugar de farmacéutica: “Hay que cuidarse mucho, es un virus muy transmisible, si bien la población de riesgo son los adultos mayores, también se han reportado casos fatales en menores de 70 años, lo mejor es quedarse en la casa, manteniendo la higiene de las manos ya que el virus ingresa por las mucosas.
Quienes deben trabajar en tareas esenciales y no tiene la posibilidad de lavarse las manos continuamente, allí sí se indica el uso de alcohol en gel. Por este motivo se solicita a la comunidad no hacer uso irracional de este producto, lo mismo con los barbijos que se están agotando los de categoría N95 y en realidad, son específicos para el personal de salud”
Otro testimonio es el de Paulina Cárcamo, Licenciada en Enfermería, que trabaja en los Centros de Salud pertenecientes al Departamento de Área Externa del Hospital Regional.
Paulina siente que tiene días buenos y días malos, momentos en los que intuye que no van a tener ningún caso, pero otros, al ver que la gente se acerca al centro de salud por cosas que no son tan importantes y ante la falta de toma de conciencia, se frustra y aparece el miedo al contagio. Comenta que -si bien existen todos los protocolos que se han bajado desde el Ministerio de Salud- ha estado trabajando junto a una compañera en hacer un manual sobre cuál es el rol de cada agente de salud y cómo actuar frente a una inminente situación.
“Todos y cada uno estamos tratando de poner lo mejor de nosotros, la parte de salud se ha puesto todo bajo el hombro. A pesar de que no nos pagan los sueldos y hay una serie de problemas económicos en la provincia decimos que más importante es cuidar a la población. “
Paulina nos cuenta que se tuvo que adaptar los centros de salud para tener una sala respiratoria y derivar allí todo aquel que llegue con problemas respiratorios. A partir del 15 de abril –dice- comienza la época de la bronqueolitis y eso va a producir que mucha gente se acerque a los centros de salud. Afirma también que es llamativo como se está preparando y acondicionando las instalaciones del Hospital Regional para un posible pico de infectados.
Entre las recomendaciones que ella nos puede brindar, ruega que la población no salga a menos que sea exclusivamente necesario, utilicemos lo que está en la casa, teniendo en cuenta que el virus se transmite a través del contacto. “Yo particularmente, dejo a mi hija en la casa y tomo todas las medidas para entrar, dejando los zapatos afuera ya que el virus tiene una duración de ocho horas según algunos estudios, no dejo que mi hija suba al auto en el que voy a trabajar, me cambio afuera, hago todo lo que está indicado para poder resguardar la salud de los que más amo. Cada vez que vengo a trabajar trato de tomar todas las precauciones y medidas. Deje de mirar las noticias porque me angustia mucho. No quiero tenerlo, no quiero contagiarme, porque estoy sola con mi hija, están cerradas las fronteras y no puede venir nadie. Pero elegimos esta profesión, y amo lo que hago.”
Invitamos a estudiantes de la EDU, de cohortes anteriores a sumar sus voces y contarnos sus experiencias en un contexto inédito y actual.