El objetivo de la conservación y protección del patrimonio cultural debe plantearse en función de servir a la comunidad, en tanto es referente de su identidad. El bien cultural tiene un soporte tangible que parece ser el objetivo real de la conservación pero también un valor intangible y sirve para transmitir las vivencias humanas a otros hombres y a otros tiempos. El barrio General Mosconi, ex “campamento central” de la empresa petrolera estatal YPF constituye el escenario perfecto en donde el patrimonio industrial petrolero puede interpretarse como recurso cultural y turístico, que trasciende lo propio y se proyecta más allá de sus fronteras locales.
El patrimonio cultural y natural constituye un derecho constitucional, desde la Reforma de 1994. Cuando hablamos de patrimonio en términos legislativos, incluso históricos o sociales, no incluimos todos los bienes y valores culturales, sino una selección de ellos, dependiendo de unos criterios que varían según qué disciplinas, según qué contextos y según qué épocas. Más allá de lo normativo, hay numerosas definiciones para el abordaje del patrimonio:
* como un conjunto de bienes y valores procedentes de una determinada cultura, de manera que ya deriva de una selección propia de ésta. Es decir, dentro de nuestra memoria cultural destacamos una serie de elementos por encima de otros, que remite a símbolos, a lugares de la memoria (Candau, 2002), a la identidad. Cada sociedad selecciona determinados bienes y valores que han permanecido en el tiempo y que cada grupo humano considera significativos para construir su identidad y evocar su memoria.
* como lo heredado social y culturalmente, y que nos obliga a protegerlo. Son bienes que reflejan la herencia cultural de una comunidad, etnia y/o grupo social, dan sentido de pertenencia a sus distintas producciones e imaginarios simbólicos y ponen de manifiesto su carácter cambiante y móvil (Ballart y Tresserras, 2001).
* como huella de una trama sistémica que forma parte de la ciudad y su territorio. Repensar la ciudad y el paisaje como un territorio producido por las sociedades a lo largo de su historia, es decir, desde una perspectiva que tiene en cuenta las huellas dejadas por el hombre. Pero ¿cómo reconocer el bien cultural con valor patrimonial, aquel que ha dejado una marca en el territorio y una huella en la memoria individual y colectiva? Posiblemente un modo de lograrlo sea considerando sus aspectos ambientales, sociales y culturales. En este sentido resulta útil retomar la idea de sistema (Rodríguez, 1998) con tres niveles: el geosistema (que hace referencia al ambiente y la ecología), el sociosistema (que hace referencia a los sistemas de producción y poder imperantes al interior de la sociedad) y el sistema cultural (que refiere a la identidad colectiva). Pues articular el accionar social con el patrimonio industrial se comienza al cargar de significación y simbolismo al territorio, es decir, se lo va dotando de valor (Navarro Bello, 2003).
* como sistema dentro de otro sistema que es la ciudad que a la vez expresa una trama cultural. Y que es tan dinámico como lo es la ciudad y la cultura. El patrimonio supone una red compleja de relaciones con otros elementos. Para su rescate debemos desentrañar su forma, sus usos, sus significados, sus elementos constitutivos, lo que representan para la comunidad que los alberga. Sin esta comunidad, que los aliente y los entienda en la vida cotidiana, resultarían testigos opacos, silenciosos y lejanos, de una historia sin realización. Entendiendo que cada pueblo posee derechos sobre su propia cultura, para con su patrimonio; es un deber para el ciudadano como para el Estado, velar por su conservación y puesta en valor.
En términos de ciudad podríamos afirmar que existe en Comodoro Rivadavia un entramado patrimonial de diversa índole: histórico, arquitectónico, paisajístico, industrial, ambiental. Que hoy es pre existente y que subyace en la memoria colectiva, que está inserto y a la vez perdido en el ejido urbano. Que ese entramado está constituido por redes tangibles e intagibles que fueron tendidas en algún momento y que hoy están rotas, interrumpidas, fragmentadas, inorgánicas.
Cabe preguntarse si es posible la reconversión de Comodoro de ciudad proveedora de bienes y servicios petroleros en una ciudad donde su reserva patrimonial pueda pensarse como la oportunidad para la diversificación de su economía, considerando al patrimonio como un recurso constitutivo del ecosistema urbano.
se nutre de tres conceptos fundamentales: la decisión política de integrar la ciudad y su territorio con la inclusión de su entramado social; la participación ciudadana y la construcción de identidad. Para esto es necesaria la acción conjunta -de la política, el conocimiento y los ciudadanos- plasmada en políticas públicas municipales, en las que proteger el patrimonio no significa “prohibir”, sino “programar y planificar”, basándose sobre una gestión durable de las relaciones entre la sociedad, el territorio y la naturaleza (Frolova, 2009).
La recuperación y puesta en valor del patrimonio industrial así como la reconstrucción y revitalización de esas redes en tanto que sistema será la transformación que contribuirá a la reconversión social, económica y ambiental del actual paisaje cultural de Comodoro Rivadavia basado principalmente en la riqueza de su legado industrial. Si bien la propuesta abarca una parte del recorrido de la ciudad, sirve como modelo que puede replicarse o como matriz para la intervención en los demás módulos y funciones del sistema.
Patrimonio Industrial entendido como los restos de la cultura industrial con valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científico. Son los edificios y la maquinaria, talleres, molinos y fábricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depósitos, lugares donde se genera, se trasmite y se usa energía, medios de transporte y toda su infraestructura; como así también los sitios donde se desarrollan actividades sociales asociadas como vivienda, culto religioso, educación, etc.(En Carta de Nizhny Tagil sobre Patrimonio Industrial, Rusia, 2003. TICCIH)
Por último, no parece quedar claro ni en los sectores políticos ni en los residentes del barrio que declarar un bien como patrimonio industrial no implica una restricción al dominio sino que debe pensarse en que dichos bienes forman parte de la memoria de la ciudad por lo tanto se puede hablar de la función social de la propiedad. Siempre se puede intervenir el patrimonio con el fin de adaptarlo a los nuevos usos y costumbres. De lo que se trata es de intervenciones basadas en el cabal conocimiento científico interdisciplinario para que ellas sean lo más acertadas posibles. Cada situación es un caso que se debe estudiar en particular; como resultado, cada bien a intervenir se podrá reutilizar, refuncionalizar, reciclar, restaurar, poner en valor, según corresponda entendiendo esto como un servicio a la comunidad en general.
¿Por qué resulta importante este barrio-centro histórico? Porque él se constituiría en nodo, vale decir en un lugar de enlace e intercambio que podrá descentralizar en parte el funcionamiento de la ciudad por medio de la creación de hitos o mojones de uso prevalentemente cultural, montados sobre el patrimonio arquitectónico existente y otro nuevo por construir cada día.
Participantes del proyecto
Responsables del Proyecto
- Mag. Graciela Ciselli - Profesora Titular en la cátedra "Antropología Cultural" de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de la Patagonia (UNPSJB); Mágister en Antropología Social y en Derecho ambiental y Derecho Urbanístico; Directora del PI 045/2012 “El patrimonio cultural de Comodoro Rivadavia desde una doble perspectiva: el derecho ambiental y las políticas públicas” - UNPSJB
- Lic. Marcelo Hernández - Licenciado en Comunicación Social; Profesor Adjunto de la cátedra "Derecho de la Información" de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales en la UNPSJB - UNPSJB
Equipo de Trabajo
- Lic. Mirta Figueroa - Licenciada en Ciencias Políticas; Docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales en la UNPSJB - UNPSJB.
- Lic. Gustavo López - Licenciado en Comunicación Social; Docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales en la UNPSJB - UNPSJB.
- Antonella Duplatt - Alumna de la carrera de Abogacía en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UNPSJB.
- Ana Clara Aguilera - Alumna de la carrera de Abogacía en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UNPSJB.
- Nora Abuin -Alumna de la carrera de Lic. en Turismo en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNPSJB.
- Daniela Hernández -Alumna de la carrera de Lic. en Turismo en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNPSJB.
- Arq. Liliana Carnevale - Especialista en Patrimonio Urbano y Arquitectónico; Miembro activo de la Comisión Evaluadora del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de la Municipalidad de Comodoro Rivadavia; Subdelegada Región Comahue Patagonia ICOMOS, Argentina.
Objetivos
Principal
Poner en valor el patrimonio industrial petrolero como recurso cultural y turístico del Barrio General Mosconi y de la ciudad de Comodoro Rivadavia
Específicos
- Identificar los bienes que forman parte del patrimonio industrial petrolero
- Estimular la participación de los jóvenes
- Promover la lectura y el conocimiento del material bibliográfico existente referido al patrimonio del Barrio Gral. Mosconi
- Generar producción artística relacionada con el patrimonio industrial